Nuestro proyecto Peques Gu, fue diseñado con el objetivo de crear una amplia gama de ropa lujosa pero a la vez informal y contemporánea.
A una exigente selección de tejidos nobles, ecológicos que no provocan alergias y aportan todas sus cualidades naturales como la seda, el lino, la organza o el algodón…, unimos un trabajo de exquisita artesanía tradicional: técnicas de bordado, variedad de vainicas o encajes de bolillos hechos a mano y demás trabajos especializados en costura alejados de procesos industriales.
Una línea que libera a los más pequeños de prendas excesivamente adornadas e incomodas a la hora de vestirlos para determinados eventos como bautizos, comuniones, otros actos formales, proporcionándoles comodidad, naturalidad en las formas y la distinción que da la sencillez.
No obstante la ausencia de ornamento no es la renuncia. Los detalles y los lenguajes son muy importantes para que una prenda transmita lo que queremos. No se trata de crear prendas totalmente austeras, sino más bien huir del ornamento gratuito que genera un derroche en producción y en materiales y que por otro lado, oculta la verdadera belleza de las formas, de los materiales y de las técnicas de un exquisito trabajo.
Un diseño de «adentro afuera» para los eventos de los pequeños como nacimientos, bautizos, onomásticas, comuniones, que perdurarán en el recuerdo no sólo mediante las imágenes captadas en ese día, sino también a través de una prenda-joya por sus materiales y confección.
La web porfolio de Peques Gu incluye algunas de las piezas de los proyectos realizados; prendas que son prototipos únicos de edades comprendidas entre los cero y dos años que muestran nuestro trabajo y contribuyen con la financiación del proyecto que pronto sea una realidad.
Algo Sobre mí
Eso sí, me sería muy difícil hablaros sobre el «Proyecto de Peques GU» y de mí misma sin contaros cosas de mi familia, del entorno en el que nací que han contribuido de manera decisiva a mi vocación creativa.
Mi padre, dibujante, tenía una imaginación admirable, con una mente activa que le permitía ver la realidad, las cosas, con una mirada diferente y divertida. Vivir con él implicaba estar rodeada de lápices, papeles de todo tipo, sobre todo los metalizados que me encantaban; reglas, acuarelas, plastilinas, tintas, oleos… Mi padre compartió el tiempo que le dejaba su trabajo, que no era precisamente en lo creativo porque tenía que mantener a su familia, a dibujar murales en nuestro colegio, a ilustrar libros, adornar escaparates que le pedían amigos y por supuesto, a sus hijas.
En el caso de mi madre siempre tuvo claro que quería ser sastra por encima de todo. Así se formó y contó con su taller de sastrería en la ciudad. Hoy día, es recordada por personas que la conocieron y me cuentan sobre las manos excepcionales que tenía mi madre. De ella aprendimos su forma de cortar, y de coser. Los trajes de chaqueta de mi padre, de mi abuelo, vestidos, mi madre nos vestía a todos. Tocamos todas las técnicas que hoy presentamos en el proyecto desde muy pequeñas y en casa se realizaban a diario. Mi hermana, todavía recuerda la felicidad que le producía coser con mi madre al lado del balcón siendo todavía muy pequeña. Punto, crochet, bordado… momentos de encuentro para las tres.
También mi tía, bordadora, directora en Alfa en la ciudad, y que posteriormente trabajó en el taller de Pertegaz en la época de Antonio Gades y el Ballet Nacional y su madre, tuvo una casa de modas en la ciudad tras la guerra civil.
Vivíamos las celebraciones y eventos al que teníamos que asistir cualquiera de la familia o amistades intensamente. Disfrutábamos ese día con nuestra ropa, pero mucho más con los preparativos: aportando ideas, diseñando prendas, adaptando tejidos, confeccionando, buscando complementos que para mi madre y mi tía eran importantísimos. Supuso también un largo tiempo de aprendizaje.
Muchas gracias por dedicar tu tiempo a ver mi proyecto y un fuerte abrazo para ti.

María Jesús Infante Remedios
Dedicado a mi familia. Sin ellos, no hubiera sido posible.
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